Uso de macrofibras de refuerzo para el hormigón en pavimentos
Las rutas y autopistas como infraestructura vial son utilizadas por la población en todos sus niveles y escalas. Caminos vecinales, rutas provinciales y nacionales con distintas intensidades de tráfico son infraestructuras con un gran índice de ocupación y donde las inversiones son necesarias para poder garantizar la seguridad de las mismas.
Una de las soluciones constructivas más novedosas y con gran crecimiento es la pavimentación con uso de hormigón reforzado con macrofibras de polipropileno.
Las fibras de polipropileno permiten reducir la fisuración por contracción del hormigón, algo nada menor ya que permite reducir los trabajos y costos de mantenimiento..
El refuerzo estructural convencional no suministra sus beneficios hasta que el hormigón se haya endurecido. Por eso es que muchas constructoras adicionan fibras sintéticas al hormigón como refuerzo secundario.
A diferencia del refuerzo estructural, las fibras sintéticas proporcionan beneficios mientras el hormigón es aún plástico.
Fisuras por contracción
Las fisuras por contracción son pequeñas fisuras irregulares que pueden desarrollarse en el hormigón durante las primeras 24 horas después de su colocación. No deben confundirse con las fisuras superficiales, dado que las fisuras por contracción usualmente pasan a través de todo el espesor de la losa. Las fisuras son generalmente causadas por cualquier contracción plástica o por secado. La contracción plástica ocurre antes de que el hormigón alcance su endurecimiento inicial; la contracción por secado ocurre después del endurecimiento del hormigón.
El hormigón reforzado con fibras de polipropileno ofrece un aumento del asentamiento y del peso unitario, así como también una disminución del % de aire incorporado respecto del hormigón sin fibras. Cabe destacar la importancia de la reducción de aire ocluido ya que éste constituye una vía de acceso al medio externo, el cual puede ser más o menos agresivo.
Las fibras de refuerzo reducen notablemente la formación de fisuras ayudando a reducir o anular su longitud y anchura.
La tenacidad por flexión o capacidad del material a absorber energía resulta mayor en el hormigón con fibras cosa que, junto a la adecuada distribución de las fibras, favorecen el comportamiento del pavimento a las solicitaciones dinámicas del tránsito, aumentando su vida en servicio, para un mismo nivel de densidad de tránsito.
Por todo ello, no sólo se puede atribuir al uso de fibras de polipropileno la clásica reducción de la fisuración. También se le deben atribuir toda una serie de mejoras y beneficios, que hacen necesario hoy en día el uso de las mismas en el dimensionamiento de las infraestructuras.