Durabilidad incrementada del recubrimiento para resistir el desgaste y las condiciones climáticas adversas.
Mejora en la resistencia estructural, lo que es esencial en aplicaciones de recubrimiento que deben soportar el tráfico vehicular.
Reducción de grietas, lo que garantiza una superficie más segura y duradera para la circulación vehicular y menos necesidad de mantenimiento.